miércoles, 27 de julio de 2016

LA DIATRIBA DEL HEROE

Inspira hondo, el aroma llega hasta el fondo, te hace soñar, te hace pensar, es cálido y no por el pocillo caliente es porque te llena de una buena energía, te hace creer y estas listo para iniciar la jornada.

Sí nos remontamos a la definición de la palabra HÉROE veremos algo como: "Persona que se distingue por haber realizado una hazaña extraordinaria, especialmente si requiere mucho valor. Personaje principal en una obra literaria o cinematográfica, especialmente el que produce admiración por sus buenas cualidades. Ser mitológico engendrado por una divinidad y un humano."

Alguien que ha realizado un acto de valor y que posee buenas cualidades, pero en estos tiempos que el Libro describe como aquellos donde "lo bueno será llamado malo, y lo malo bueno", sorprende que el significado de la palabra se difumine en la conveniencia del momento, hoy podríamos poner en el  diccionario la definición como "Persona que hizo lo necesario" y dentro de esa definición podemos decir que el asesinato es válido porque era lo necesario, mentir es correcto porque era lo necesario.

Los personajes que producían admiración e inspiraban a realizar actos nobles hoy se distorsionan para decir que hay actos justificables, que por 80 muertos en una ciudad podemos mandar a matar 800 en otra, que podemos saltarnos la realidad y firmar cosas no son porque no somos de hacer cumplir las leyes, que las soluciones deben ser inmediatas, pero no de fondo.

Hoy los héroes y los villanos comparten su pedestal, nos dicen que el villano no es villano por elección sino por circunstancia y que debemos tenerle simpatía, y que el héroe puede faltar a la ética, a la moral y sus principios, porque siendo de naturaleza divina, también es humano, y ser humano es justificación para errar, pero también para conformarse con ello.

Lo siento amigos, no creo eso, el héroe era un humano con características divinas y que por ello puede esforzarce y ser mejor, no ser peor, a el villano se le puede entender, comprender, pero no premiar por ser lo que es, no excluirlo sino integrarlo, por supuesto, pero nunca justificarlo.

Un sorbo más de este café, una inspiración más y creo que puedo ser mejor, puedo hacer más, si crezco todo a mi alrededor crece.

sábado, 14 de mayo de 2016

CAFE AMARGO

Amargo, el café era amargo, fue preparado como siempre, pero era amargo. 

Tal vez el grano estaba muy verde o se pasó el tiempo en la tostión, el caso es que ese café no lo tomé, la verdad quería el tinto de la mañana en el trabajo pero no me tomaría un café de mal sabor, que me sentara mal y me dañe el resto del día.

El famoso proceso de paz que estamos sufriendo es como ese cafe que tanto quería pero que ahora tiene un mal sabor, esta siendo manipulado, esta pasado del tiempo y la calidad y sabor esperado se ha perdido. Es triste ver que el mandatario que elegimos con tal de obtener un espacio en los libro de historia ha vendido el futuro de toda la naciòn.

Hasta aquí, no estamos aportando nada a lo que ya tenemos, históricamente el pueblo colombiano hemos sido como harina de maíz, nos diluyen, moldean, poner a fuego y nos consumen, durante un tinto con mi esposa surgió la pregunta: Qué necesitamos para reaccionar?, porque hay países vecinos donde se esta investigando a sus mandatarios, están suspendidos, los tumban con cacerola y efectivamente los revocan, la respuesta inicial es que somos una masa complaciente, lo siguiente es que evidentemente no queremos cambiar y en esto último radica nuestra capacidad de re-evolucionar.

Nos preciamos de ser un país de gente pujante, pero la docilidad adquirida desde la conquista se ha quedado con nosotros como parte de nuestra identidad, sumisos, apocados, pobres, encerrados en el "yo soy así", "a los pobres nunca nos toca", 
"esta vida es para sufrir" y sobretodo "Allá deciden y a uno le toca aguantar", Triste legado de conformidad obligada.



Pero lo mejor de toda la historia es que tenemos la capacidad de cambiar nuestra realidad, y eso (en respuesta a nuestras preguntas) es lo que necesitamos, querer cambiar y hacerlo, cambiar desde adentro, desde el íntimo pensamiento y la acción privada, ser lo que quiero que el mundo sea, así nadie me mire, así nadie me elogie ni me premie, recordar que nuestras ciudades y gobernantes son nuestro reflejo, el reflejo de nuestras mentiras, nuestra incoherencia, nuestros vacíos, nuestra "mugrera" mental y espiritual, "El pueblo tiene los gobernantes que merece" sigue siendo realidad y lo será cuando merezcamos tener personas honestas que reflejen nuestra honestidad, personas que trabajen por nosotros reflejando nuestro interés por los demás.

P.S. No me tomo el tinto que me sienta mal, tengo derecho a repudiarlo, rechazarlo y querer el mejor tinto para mí. Este proceso es un negocio entre dos partes que no asegura que a los ciudadanos de bien les sean mejoradas las condiciones, tan solo un cambio de dinámica entre carteles, a puerta cerrada, torciéndole el cuello a una Constitución escrita supuestamente del Pueblo para el Pueblo.

P.S. No les duele ver a un traidor hacer alocuciones presidenciales?

martes, 23 de febrero de 2016

A MÍ NO ME GUSTABA EL CAFÉ


Tenía 12 años, mi papá trabajaba en la Federación Nacional de Cafeteros y llegaba a visitarlo con mi hermano a la oficina del Aeropuerto El Dorado en Bogotá, y el refresco que recibíamos era una taza de café caliente como el infierno, negro como la noche y dulce como el abrazo de un hijo ... y no nos gustaba.

                       
Imagen tomada de http://yourcoffeeguru.tumblr.com/

Las visitas tenían cierta connotación a gestión de cobro, pero para nuestra mente adolescente visitar el aeropuerto era un paseo, ver los aviones, el aroma de oficina de la Federación y la Librería El Dorado, siendo esta última, cómplice de mi gusto por los cómics que a su vez se convirtieron en aliciente para aprender inglés para entender que decían los héroes.

Han pasado los (muchos) años y las huellas de esa época no se borran, algunas no son memorias felices pero me interesan las buenas: el ya mencionado aroma de la oficina, el gusto de coleccionar, la foto de las personas y las máquinas, el trayecto, la compañía de mi hermano y sobre todo el café.

Tiempo después entendí que estaba tomando un café que no todas las personas podían disfrutar porque preparado con café de exportación, único. Entendí también la belleza de haber pasado días de vacaciones del colegio en una finca cafetera, ver recolectar el grano, el secado al sol sobre las lonas de los costales, llevarlo al tueste y al molido; el aroma del café tostado que ingresaba por la nariz pero que invadía todos los sentidos, un aroma que nunca se olvida.

Hoy aprecio un buen café, preparado con cuidado por las manos de un experto o por las manos benditas de una abuelita que le agrega un toque de panela para endulzarlo, creo firmemente en el esfuerzo del campesino y que en una taza de café se puede sentir el cariño con que fue preparado.

Cada mañana y cada tarde tomo un tinto y pienso en ese momento en que mi padre nos servía un tinto caliente, muy caliente que no nos gustaba, pero que tomábamos a sorbos por ese sabor tan especial y que hoy en día nos hace pensar, pedir y ofrecer un buen café.

SOMOS LA SAL DE LA TIERRA

¿Existe un cielo o un infierno?, ¿se construye o se llega allí?, el tiempo de parar un poco y meditar puede llevar a esas preguntas pero el...