sábado, 14 de mayo de 2016

CAFE AMARGO

Amargo, el café era amargo, fue preparado como siempre, pero era amargo. 

Tal vez el grano estaba muy verde o se pasó el tiempo en la tostión, el caso es que ese café no lo tomé, la verdad quería el tinto de la mañana en el trabajo pero no me tomaría un café de mal sabor, que me sentara mal y me dañe el resto del día.

El famoso proceso de paz que estamos sufriendo es como ese cafe que tanto quería pero que ahora tiene un mal sabor, esta siendo manipulado, esta pasado del tiempo y la calidad y sabor esperado se ha perdido. Es triste ver que el mandatario que elegimos con tal de obtener un espacio en los libro de historia ha vendido el futuro de toda la naciòn.

Hasta aquí, no estamos aportando nada a lo que ya tenemos, históricamente el pueblo colombiano hemos sido como harina de maíz, nos diluyen, moldean, poner a fuego y nos consumen, durante un tinto con mi esposa surgió la pregunta: Qué necesitamos para reaccionar?, porque hay países vecinos donde se esta investigando a sus mandatarios, están suspendidos, los tumban con cacerola y efectivamente los revocan, la respuesta inicial es que somos una masa complaciente, lo siguiente es que evidentemente no queremos cambiar y en esto último radica nuestra capacidad de re-evolucionar.

Nos preciamos de ser un país de gente pujante, pero la docilidad adquirida desde la conquista se ha quedado con nosotros como parte de nuestra identidad, sumisos, apocados, pobres, encerrados en el "yo soy así", "a los pobres nunca nos toca", 
"esta vida es para sufrir" y sobretodo "Allá deciden y a uno le toca aguantar", Triste legado de conformidad obligada.



Pero lo mejor de toda la historia es que tenemos la capacidad de cambiar nuestra realidad, y eso (en respuesta a nuestras preguntas) es lo que necesitamos, querer cambiar y hacerlo, cambiar desde adentro, desde el íntimo pensamiento y la acción privada, ser lo que quiero que el mundo sea, así nadie me mire, así nadie me elogie ni me premie, recordar que nuestras ciudades y gobernantes son nuestro reflejo, el reflejo de nuestras mentiras, nuestra incoherencia, nuestros vacíos, nuestra "mugrera" mental y espiritual, "El pueblo tiene los gobernantes que merece" sigue siendo realidad y lo será cuando merezcamos tener personas honestas que reflejen nuestra honestidad, personas que trabajen por nosotros reflejando nuestro interés por los demás.

P.S. No me tomo el tinto que me sienta mal, tengo derecho a repudiarlo, rechazarlo y querer el mejor tinto para mí. Este proceso es un negocio entre dos partes que no asegura que a los ciudadanos de bien les sean mejoradas las condiciones, tan solo un cambio de dinámica entre carteles, a puerta cerrada, torciéndole el cuello a una Constitución escrita supuestamente del Pueblo para el Pueblo.

P.S. No les duele ver a un traidor hacer alocuciones presidenciales?

SOMOS LA SAL DE LA TIERRA

¿Existe un cielo o un infierno?, ¿se construye o se llega allí?, el tiempo de parar un poco y meditar puede llevar a esas preguntas pero el...